Traducido por Douglas Cueva
Por Hannah Saunders
Los primeros cuatro años fueron una prueba. A siete meses del segundo mandato de Trump, ya hemos entrado en el periodo de normalización del fascismo. Ha ignorado órdenes judiciales y violado repetidamente la constitución mediante actos como ordenar a su propia Gestapo—los agentes de ICE—que secuestran y desaparecen personas a plena luz del día, y ha socavado o simplemente ignorado el estado de derecho. Atrapado en medio de todo esto se encuentra lo que constituye el núcleo de la democracia: el periodismo. Informa a las comunidades, actúa como un vigilante de la sociedad al responsabilizar a las instituciones y a las personas en posiciones de poder, y amplifica voces diversas.
Algunos medios de mayor alcance, como Courier Newsroom y The Atlantic, están intentando mantener viva la democracia, mientras que pequeños medios independientes como The Burner Seattle surgen en resistencia, ganando terreno en un ciclo informativo que cambia rápidamente y que busca abrumar a una profesión ya de por sí agotada.
La mayoría de los estadounidenses consumen medios de transmisión, los cuales están fuertemente dominados por unos pocos, lo que puede llevar a abusos de los principios del periodismo, como priorizar intereses personales, emitir reportajes sesgados e incluso apagar las chispas que encienden conversaciones reflexivas sobre las realidades de vivir en Estados Unidos.
La consolidación y la desaparición de los medios impresos en las últimas décadas, junto con un puñado de grandes conglomerados mediáticos que han acumulado una enorme influencia, han creado una regurgitación del periodismo, suprimiendo intencional o inadvertidamente las voces de muchos estadounidenses. Debido a este reducido grupo de propietarios, combinado con otros factores como el beneficio financiero personal, el régimen fascista de Trump se ha filtrado a través de las ya frágiles costuras de la ética periodística; pero la historia recuerda.
Las raíces del periodismo
“Publick Occurrences, Both Foreign and Domestic” fue el primer periódico publicado en los Estados Unidos, y aunque fue clausurado poco después de su lanzamiento en Boston en 1690 por el gobernador de Massachusetts, fue un pionero en la formación de la industria de las noticias. “The Boston News-Letter” se fundó en 1704 y se considera el primer periódico de publicación continua en la nación, perdurando hasta poco después del inicio de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos. El editor y periodista Bartholomew Green lo hizo probritánico desde el principio: apoyaba las perspectivas leales y era revisado por el gobernador real antes de pasar a la imprenta.
Durante esa época, la monarquía británica buscó un mayor control y opresión sobre los colonos e impuso impuestos impopulares, lo que llevó a eventos históricos como el Motín del Té de Boston. Pero apareció una publicación que se opuso a los ataques de los medios pro británicos y unió a los patriotas sin incitar a la rebelión: el “Massachusetts Spy.”
El periodismo tomó un rol fundamental en la promoción de la independencia y la democracia en esa época, contribuyendo en última instancia a la formación de los Estados Unidos a través del acceso a la información y las creencias colectivas, pero también funcionó como propaganda para mantener el control monárquico británico.
En contraste con la base de la libertad de Estados Unidos frente a los británicos, están Trump y sus allegados, quienes lo han anunciado repetidamente como rey. A principios de este año, la página de redes sociales de la Casa Blanca publicó una imagen de Trump con una corona en una versión de la portada de la revista Time con un texto que decía “larga vida al rey.”
El periodismo muere con la democracia
Según un informe de abril publicado por el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ) sobre la eliminación de las libertades de prensa, la libertad de prensa “ya no es un hecho en los Estados Unidos”. El CPJ afirmó que la libertad de prensa se divide en tres categorías: la restricción de acceso para algunas publicaciones, el uso cada vez mayor de organismos reguladores y gubernamentales contra los medios de comunicación, y los ataques selectivos contra las redacciones y los periodistas.
“Este es un momento decisivo para los medios de comunicación estadounidenses y el derecho del público a estar informado. El CPJ está proporcionando a los periodistas recursos a una velocidad sin precedentes para que puedan informar de forma segura y sin miedo ni favoritismo, pero necesitamos que todos entiendan que proteger la Primera Enmienda no es una opción, es una necesidad. Todas nuestras libertades dependen de ello,” dijo Jodie Ginsberg, directora ejecutiva.
Bajo el gobierno de Trump, la Comisión Federal de Comunicaciones inició investigaciones a CBS, ABC y NBC, algunas de las cadenas de televisión más grandes del país, y a las cadenas públicas, PBS y NPR. Trump ha trabajado para recortar los fondos federales destinados a NPR y PBS, lo que puso en riesgo el acceso a las noticias para millones de estadounidenses. Como dijo Trump en 2016: “Me encanta la gente con poca educación.”

Todo esto se suma a los esfuerzos de Trump de años para desacreditar y atacar a la prensa. Recientemente, discutió cómo “odia a todos los demócratas” porque no están de acuerdo con él en su Gran Proyecto de Ley, que resultará en la pérdida de vidas estadounidenses debido a severos recortes en servicios sociales vitales, si no en una escalada de violencia política, con dos legisladores de Minnesota ya baleados (y uno asesinado) en junio por un extremista de MAGA.
Durante un mitin de 2024, Trump estaba hablando en un podio y vio un hueco en la protección de vidrio antibalas. Dijo: “Para llegar a mí, alguien tendría que disparar a través de las noticias falsas, y eso no me importa tanto”, refiriéndose a la prensa que cubría el evento.
“Las diatribas de Trump contra la prensa se han vuelto tan comunes que corremos el riesgo de ni siquiera notarlas. Pero la regularidad de los abusos de Trump solo aumenta la urgencia de denunciarlos. Los peligros de insensibilizarse ante los ataques de Trump a los medios no pueden subestimarse: lo que comienza como un insulto verbal puede convertirse fácilmente en algo mucho más grave si no se controla. RSF [Reporteros Sin Fronteras] está profundamente preocupado de que la retórica violenta pueda llevar fácilmente a acciones violentas”, dijo Clayton Weimers, director ejecutivo de RSF USA.
Las imágenes de la cobertura de protestas en Los Ángeles muestran a agentes federales y de policía local disparando intencionadamente sus armas a miembros de la prensa claramente identificables. La periodista australiana Lauren Tomasi estaba informando en directo durante una protesta sobre inmigración en el centro de Los Ángeles cuando recibió un disparo directo en la pierna con una bala de goma, y el video muestra a las fuerzas de seguridad señalándole específicamente.
Por otro lado, Fox News siempre ha sido una cadena conservadora que se descontroló al promover ideas de MAGA durante el primer mandato de Trump. Los críticos han advertido que Fox se basa en inexactitudes similares a la propaganda y que su contenido actúa como una cámara de resonancia para los espectadores. Programas como “Tucker Carlson Tonight” han sido señalados por combinar análisis de noticias y comentarios, lo que carece de transparencia fáctica para los espectadores. Ahora, Fox tiene vínculos directos con la Casa Blanca, ya que el antiguo empleado de Fox, Pete Hegseth, ejerce como Secretario de Defensa.
Recuperando la narrativa con medios de comunicación de propiedad independiente
Las noticias cargadas de mentiras son tan perjudiciales como la minimización de políticas y actos agresivos. Un lado profundiza la mentalidad de culto y la intolerancia del Partido Fascista Americano, mientras que el otro lo normaliza. ¿Pero hasta cuándo los grandes medios de comunicación van a permitir que todo esto siga así?
Hay barrios que están siendo activamente allanados por personas que parecen llevar uniformes de las fuerzas del orden inconsistentes y comprados en Amazon, sin mostrar insignias ni órdenes judiciales, como exige la ley. La violencia estalla en las protestas contra el ICE y durante los esfuerzos por intervenir y proteger a los miembros de la comunidad, mientras que a las personas LGBTQIA+ se les despojan de sus derechos, y estados como Oklahoma están reescribiendo la historia de la insurrección del 6 de enero en las escuelas públicas.
El fascismo está aquí, y todos tenemos un papel que desempeñar para aplastarlo.
Las publicaciones más pequeñas e independientes están sobrecargadas de trabajo con este ciclo de noticias que cambia rápidamente y no pueden seguir el ritmo. Muchas voces de la comunidad no son escuchadas y sus historias no son contadas. Ahora más que nunca, las voces de los más afectados deben ser empujadas a la vanguardia del ciclo de noticias, en lugar de las mentiras de Trump o de los funcionarios electos que ofrecen palabras vacías en respuesta.
Ahí es donde entra Through the Static, una publicación independiente, de propiedad de una mujer y con un equipo queer y con discapacidad. Nuestra cobertura de periodismo profesional consiste en noticias nacionales y locales de última hora en Seattle, y en reportajes de fondo, pero no podemos hacerlo solos. Este flujo de información en constante cambio está destinado a enterrar otros eventos actuales.
Through the Static da la bienvenida a personas de todos los orígenes (desde reporteros independientes hasta fotógrafos, artistas, activistas, organizaciones y miembros de la comunidad) para colaborar con nosotros. No solo en nuestra misión de luchar contra el fascismo, sino también para difundir alegría. Tu voz importa y necesita ser compartida.
Esta es una publicación hecha por la comunidad, para la comunidad. Juntos, superemos el ruido de las narrativas de los medios tradicionales.
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